Quisiera compartir en este momento algo escrito por Sheila Morataya (2009), donde manifiesta lo siguiente;
En el fondo, no hay nadie que no concuerde con las celebres palabras del poeta: "Yo anhelo ser amado y pertenecer a alguien". Por eso los enamorados después de un tiempo de conocimiento propio se casan. Lamentablemente el concepto del amor y del matrimonio en nuestros días no es lo que hace 50 años. Hoy pareciera ser que muchos van al matrimonio,no conscientes del pacto conyugal que ambos realizan al dar su "Consentimiento",es decir la acción que los hace darse y aceptarse mutuamente para toda la vida.
Partiendo de esta consideración expuesta por Morataya, todos en un momento deseamos ser amados, pero realmente nos dejamos llevar por el sentimiento y ese sentimiento sin razón y guía de Dios no será capaz de llegar más lejos de lo que pensamos...la vida misma nos muestra a todos los cristianos que Dios es nuestra guía y si es así porqué no pedir a Dios que nos guíe en la forma de mantener VIVO un matrimonio. Amigos lectores imaginemos por un momento que existen pasos para mantener VIVO un matrimonio: Yo como hombre consideraría;
1. Aceptar a mi pareja tal como ella es.
2.Compartir con ella todas las cosas de mi vida.
3.Ser sincero con ella.
4.Decirle todos los días te amo
5.Ofrecerle un detalle romántico cada día
6.Ser fiel en todo
7.Orar (Rezar) juntos.
8.Ir a misa juntos.
9.Compartir las alegrías, angustias y problemas...
Esta lista se haría interminable,ya que son muchos los detalles en los cuales debemos estar al pendiente para hacer que ese amor se mantenga lleno de esperanza y vida. Somos seres humanos y las cosas del trajín diario nos asfixian por ello considero de forma particular que lo mejor que podemos hacer como esposos y esposas es buscar la guía de Dios para mantener nuestro amor a salvo de cualquier momento de desanimo. Dios Bendiga cada matrimonio consolidado y todos aquellos que van en busca de esa Bendición. Amén y amén.
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