R Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Todos los que me ven, de mí se burlan;
me hacen gestos y dicen:
“Confiaba en el Señor, pues que él lo salve;
si de veras lo ama, que lo libre” /R
Los malvados me cercan
por doquiera como rabiosos perros.
Mis manos y mis pies han taladrado
y se pueden contar todos mis huesos /R
Reparten entre sí mis vestiduras
y se juegan mi túnica a los dados.
Señor, auxilio mío, ven y ayúdame,
no te quedes de mí tan alejado /R
Contaré tu fama a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré.
Fieles del Señor, alábenlo;
glorifícalo, linaje de Jacob;
témelo, estirpe de Israel /R
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