lunes, 30 de diciembre de 2013

Llegamos al final de otro año....!

Como cristianos hagamos un balance de nuestra vida en servicio para Dios:
1.- Cuánto dedicamos a la caridad con nuestro prójimo?
2.- Cuánto dedicamos al compartir con los demás?
3.- Cuántas veces buscamos a Dios en oración?
4.- Cuántas veces proclamamos con nuestros labios que Jesús es el Salvador?
5.- Cuántas familias encontraron paz, amor y felicidad por medio de nuestras oraciones?.
6.- Cómo se encuentra la unión de nuestras familias?
Estas son apenas seis interrogantes que considero son importantes para hacer un balance de cuánto he podido trabajar en esta la viña de Dios, de manera de poder encontrar un resultado satisfactorio como cristiano. La idea no es torturarnos con esto, pero si es importante pensar cuánto he dejado a mi Dios para su rebaño y cuánto me faltó por hacer. 
Si al finalizar el año encuentras un saldo negativo en el hacer para Dios, busquemos entonces despojarnos de muchas cosas que nos impidieron hacer ese hermoso trabajo de nosotros para el rey de Reyes; y sí el saldo es positivo de igual forma acerquemos a nuestro Dios con actitud humilde, dando gracias y pidiendo de su sabiduría para continuar en su obra con pasión y fe.
En la lectura de hoy (primera carta del apóstol san Juan), el evangelio es claro y contundente al decir: el que hace la voluntad de Dios tiene vida eterna; este evangelio nos invita a abandonar esas cosas del mundo que nos distraen de atender las cosas de Dios.
Amigo, en este balance final es importante según nos muestra este evangelio en restar todas aquellas cosas que nos distraen de Dios para que salgamos con buen saldo al finalizar la cuenta de este año. Amén, amén y amén.

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