viernes, 8 de marzo de 2013

Existe la maldad entre los hombres....!

Desde el antiguo testamento podemos apreciar como el hombre cometía maldad entre los hombre, no es un simple hecho de la modernidad; es más me atrevería a decir que la maldad pareciera ser un elemento fácil de aprende entre los hombres...Si consideramos esto que dice el Libro de Levítico: ..."No te acostarás con la mujer de tu prójimo, pues es una maldad. De repente alguno me dirá, bueno si, eso es una maldad muy grave; yo te diría si, es una maldad muy, pero muy grave. Sin embargo, existen situaciones de acciones malas entre los hombre hoy muy graves que no necesariamente son iguales a esa y pensamos que no es tan grave; por ejemplo en ocasiones cuando discutimos con otra persona le deseamos mal, la rabia nos lleva incluso a desearle mal a él y a toda su familia...es decir estimado amigo la maldad entre nosotros los hombres se ha convertido en una costumbre, se ha convertido en un elemento muy puntual en nuestra vida diaria. Ahora bien, es que acaso fuimos concebidos por la maldad?, es que acaso cuando Dios nos creo, lo hizo para que fuésemos malos los unos con los otros?...respondamos en nuestras mentes sobre esto y pensemos por un momento que somos creación de Dios para compartir las cosas hermosas de la vida, para compartir todo lo que existe. Amigo si Dios que es un Dios de amor esta entre nosotros no existirá maldad alguna que nos haga daño....pensemos siempre que así como existen personas que nos desean mal y todo el tiempo se atraviesan en el camino deseándonos mal; yo te digo, ora por ella, colocala ante la presencia del Señor para que Dios haga la obra de amor en ese corazón segado por la maldad. En conclusión existe la maldad?, la respuesta es si. Pero más fuerte es la bondad y el bien de nuestro Dios. Amén, amén y amén.
Dice el Salmo 23: Salmo de David.
(1) El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.
(2) El me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas
(3) y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre.
(4) Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. 
(5) Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa.
(6) Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo.

 

2 comentarios:

  1. mis saludos amigo y compañero de trabajo, comparto totalmente el contenido de esa lectura, el hombre para evolucionar debe cambiar su pensamiento hacia el y el entorno.puesto que estamos llenos de muchos defectos que solo nos conducen al fracaso.pero debemos comenzar pues dios nos ha dado las herramientas para hacerlo. muy buenas tardes mi saludo

    ResponderEliminar
  2. Gracias a Dios que hoy podemos no solo reflexionar, sino también actuar para producir cambios en nuestras vidas y en la de las demás personas....y sobre todo que podemos hacerlo con Dios de nuestro lado....Gracias por tu comentario amiga,,,Dios te Bendiga.

    ResponderEliminar