martes, 12 de abril de 2011

La Luz que devolvió la vista a un hombre, era considerada proveniente de un pecador...!

Continuando con la historia nos encontramos entonces que: "La gente llevó ante los fariseos al que había sido ciego. Pero coincidió que ese día en que Jesús hizo lodo y abrió los ojos al ciego era día de descanso. Y como nuevamente los fariseos preguntaban al hombre cómo había recobrado la vista, él contesto: Me puso barro en los ojos, me lave y veo. (Juan 9:13-15) . El pasaje nos muestra de forma contundente que realmente el ciego no era el que estaba ciego, por el contrario los ciegos eran los que podían ver...la insistencia de aquella gente era buscar cualquier elemento para hacer caer en un hecho ilícito a Jesús...el grado de asombro los hacia estar más ciego frente una realidad inminente...Jesús libero de las tinieblas que apresaban a un hombre por la fe del mismo...hombre humilde este, pero, con deseos de creer en ese poder de Dios. En cambio aquellos que tenían la facultad de ver no veían, por el contrario cada momento que pasaba veían menos. Cabe la interrogante: ¿Cuántas veces tú como persona dejas de ver lo que Dios quiere para tú vida?, Cuántas veces tú que ves no ves lo que Dios quiere para ti?...La respuestas es muy sencilla, al igual que aquellos hombres puedo decirte que la ceguera no solo es de la vista sino también del corazón del hombre...analicemos cada uno de nosotros y pongamos ante Dios ese corazón ciego de manera que Jesús haga barro y nos devuelva la vista en el corazón. (YO SOY LA LUZ DEL MUNDO) Amén y amén.

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