Existe claramente la esperanza en el hombre a través de Jesús para cambiar de ser impaciente a paciente....Dios no nos asfixia como algunos dicen, Dios no es el que va a permitir que nosotros suframos, Él muestra los caminos y deja que nosotros elijamos...esa es la realidad y en muchas ocasiones nosotros agotamos con facilidad la paciencia en la espera de una respuesta de Dios y terminamos tomando las decisiones incorrectas. Cuando esto ocurre es muy fácil culpar a Dios de los que nos pasa.....Cabe a veces la pregunta, ¿cuán paciente debemos ser?, tal vez la respuesta no la tengo para satisfacerle en este instante; aunque lo único que puedo decirle es...pongalo en oración y verá que el tiempo de espera será nada ya que estará más pendiente de la oración como tal que de la angustia en su espera.....Dice la palabra que todo lo que pidamos al Padre en el nombre de Jesús será hecho, entonces pidamos paciencia para la espera de la respuesta de Dios. Amén, amén y amén.
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