Muy buenos días apreciados amigos lectores, en esta mañana quiero manifestarles lo que la palabra viva de Jesús me enseña y por ello titulo esta pequeña conversación como: Una familia dividida no puede, no podrá subsistir. El Evangelio según (San Marcos 3,22-30), nos muestra cómo y por qué estas cosas podrían suceder en una familia y no es otra cosa que por medio del pecado. Ayer en la Liturgia dominical fue interesante escuchar en la lectura de (1Co 12, 12-30), la comparación que se hacia del cuerpo humano y la Iglesia..y quienes formamos esa Iglesia?, acaso no somos las familias...entonces hermano y amigo si una parte del cuerpo se siente mal, entonces todo el cuerpo lo sentirá, de la misma manera ocurre en nuestras familias, si existen diferencias fuertes entre nosotros, todos nos sentiremos mal ya que somos uno.
Creo que la única forma de poder lograr la unión de la familia para subsistir es buscando en oración a Jesús de manera que podamos encontrar fuerzas para enfrentar con cordura aquellos inconvenientes que nos hacen estar separados. Por ello estimado amigo, si tú familia está en conflicto busca en la oración a Jesús...Amén, amén y amén.
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