martes, 8 de marzo de 2011

Cómo persona soy capaz de soportar las criticas de otros...?

Qué difícil es ser cristiano?, qué difícil es soportar que alguién me diga algo que no me gusta escuchar?, qué difícil es soportar la critica de otra persona?, qué difícil es dejar de molestarme cuando otro se bufa de mi?...apreciado amigo si observamos esas interrogantes podemos darnos cuenta que en cada una se repite la palabra difícil, este es un termino muy común en las personas fracasadas por cuanto en todo momento todo les parece muy difícil de alcanzar; sin embargo para el resto de las personas también todo le parece difícil y más aún cuando se trata de tener que compartir con otros una reunión familiar o de amigos...La experiencia me ha mostrado que en la mayoría de las familias siempre existe ese tipo de tertulias donde todos critican a todos como una manera de bromear y pasarla bien, pero, siempre el bendito pero, cuando esa broma tiene que ver de forma directa con mi persona, entonces salen las excusas...Pero es que no tenias que meterte conmigo así porque yo no lo hago contigo...y resulta que esa persona que reclama se bufó y se rió de todos los chistes de los demás y de vez en cuando soltaba algún comentario para ponerlo más sentido del humor a las cosas....¿Has vivido una situación de estas en algún momento?, de seguro que si!...El problema se encuentra de forma muy particular es en aquellas personas que se divierten en este tipo de tertulias pero que luego que la tertulia lo alcanza a él es allí donde la situación se convierte en problema....Yo de forma muy particular recomiendo dos cosas a este tipo de personas y basándome en lo que Dios me ha enseñado: Nunca coloques por encima de ti nada que te haga daño, ni permitas que otros se burlen de tí...pero no te conviertas en esas personas que les encanta reír de los chistes de los demás y le encanta que hagan chistes de los demás, pero cuando se refieren a él aparece entonces la molestia en esa persona. Es necesario ser personas capaces de soportar y ser tolerantes y más aún si en dichas reuniones familiares sabemos que debe imponerse la paz, la alegría y el bienestar de todos. Amén y amén.

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