domingo, 15 de mayo de 2011

El Poder de la Oración....¿Cómo apoderarse de ese poder?

Buenos días amigos(as), la oración como Poder es conocida y practicada por nosotros, es sabido tal cual lo muestra la imagen que la misma debe ser o formar un desequilibrio en nuestra vida donde la misma pese más a la hora de la verdad...mientras más oración busquemos más cerca estamos de Dios y el escuchara nuestras peticiones. Ahora bien, La Oración es Poder, cómo entonces un hombre puede (valiéndonos de este juego de palabras) apoderarse de ese Poder...Cómo buscar que la oración sea parte de mi vida?. Esta parte es la más difícil, tratare de brindar una respuesta a esas dos interrogantes desde la perspectiva de mi vida como hombre: En primer lugar estimado amigo(a) considero que para apoderarse es necesario dejar caer nuestros sentimientos con humildad al Padre Todo Poderoso, sin reclamar nada a Dios, es decir ser humildes delante de él y esperar con paciencia su respuesta ante nuestra peticiones...en esta parte déjeme decirte que te lo dice un hombre cuya paciencia no es tal...particularmente yo reclamo a veces a Dios cuando considero que él no me responde y es allí donde él me da contra el piso a través de su palabra o en la Eucaristía. En segundo lugar; para que la Oración sea parte de tú vida considero que debes declarar con tus labios que Dios es el Señor de tú vida, reconocer a plenitud su presencia en ti....Tampoco es fácil, cuando tú pretendes acercarte a Dios comienza los elementos externos en tú vida a molestarte y siempre abra algo que quiera impedirte buscar la Oración como tú alimento...cuáles serían esos elementos externos?, muy fácil de detectar: exceso de trabajo, discusiones con la familia, se va el servicio eléctrico,...sin dejar de poner los elementos internos de cada ser humano como: cansancio, sueño, desgano, aburrimiento, entre otros. La experiencia de buscar a Dios me ha dado la posibilidad de nombrarte lo general de aquello que nos impide estar en la búsqueda de la Oración para tener Poder como cristiano. Finalizo esta pequeña reflexión diciéndote hermano, amigo que no es fácil y a veces tú peleas con Dios porque piensas que él no te escucha y ese ha sido mi caso porque muchas cosas pido y aún no tengo respuesta, pero me aferro a su misericordia para tener su respuesta y él me dará lo que para mi sea mejor y eso es PODER y de allí nace el apoderarse de ese poder. Amén y amén.
Nota: Amigo(a), si padeces de una enfermedad o problema aferrarte a la oración con mucha fe y esperanza de que Dios dará la respuesta en el tiempo que él lo considere, en vez de reclamarle alabemos juntos con cántico o más oración.

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