Muy buenos días amigos(as)...cerrando este ciclo dedicado a nuestro Santo Padre...Quiero expresarles que en vida este hombre recorrió miles y miles de kilómetros por todo el mundo llevando el mensaje de esperanza para la humanidad...Su trabajo fue arduo, fuerte, constante sin importar en ocasiones limitaciones propias de la edad y de su enfermedad...él Santo Padre estaba convencido que era necesario llevar esperanzas a otros sin importar nada...misión esta que cumplió al pie de la letra. Preguntemos nosotros mismos...¿Poseo esa enteresa para llevar esperanza a otros?, poseo yo esa fuerza para predicar la palabra de Dios a los que me rodean? o simplemente estamos pendientes de nosotros mismos. Tal vez una de las cosas que nos enseña el Santo Padre es desprendernos de nosotros y dar más a los demás...que veamos en nuestro semejante la necesidad que posee y su angustia y no la nuestra...esa es una forma de peregrinar la ESPERANZA a otras personas. Amén y amén.
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