domingo, 1 de abril de 2012

La Fe nos permite decir a un monte...“¡Quítate de ahí y échate en el mar!”

 Muy buenos días estimados amigos, confío en mi Dios que se encuentran bien....feliz domingo de ramos, feliz entrada triunfal de Jesús a Jerusalén...Estimados amigos hoy la vida me esta dando una enseñanza muy dura, fuerte y difícil. pero al fin y al cabo enseñanza. En esta situación que estoy viviendo no puedo decir caramba porque Dios me hace esto; saben por qué...porque esto forma parte de las consecuencias de la forma en cómo era mi vida antes, en la forma cómo convivia con mi familia, de la forma cómo mi esposa y yo actuábamos. Es decir, las consecuencias de una vida sin Dios quedan, marcan a otros, hacen sufrir tanto a uno como a otros. Pero, aquí estoy como un creyente que cree en esa oración y le da gracias a Dios por las cosas buenas...hoy también le doy gracias a mi Dios por este momento duro y fuerte en el cual mi esposa y yo estamos viviendo y ponemos en oración a nuestro menor hijo para que Dios haga la obra en el corazón de él. Dice la palabra Santa de Dios que si nuestra fe fuese tan pero tan pequeña a un grano de mostaza podremos decirle a un monte quitate de aquí...y por ello mi Dios en el nombre de mi Señor Jesús digo con la autoridad que me das como hijo tuyo...aparta de mi cualquier mal pensamiento y culpa y ordeno que ese resentimiento y odio de mi hijo salga inmediatamente de su corazón al igual que esa apatía de no buscarte y sean arrojadas a lo más profundo del océano. Señor, tú cumples las promesas realizadas y hoy con un corazón chiquitico de padre te pido que me des las herramientas a mi y a mi esposa para ganar esta batalla...ya tengo la más importante que es la fe, dame las palabras de sabiduría para guiar, corregir y actuar con firmeza. Gracias mi Señor porque se que tus oídos están cerca escuchándome. Amén, amén y amén.
Nota: La fe es del corazón, no del raciocinio...Alonso Larreal (2012)

No hay comentarios:

Publicar un comentario