¡Yo no conozco a ese hombre, del que ustedes hablan!

Muy buenos días amigos...feliz amanecer del miércoles Santo, que Dios y la Virgen nos protejan. El Capitulo 14 de Marcos nos da una muestra de la forma en que nosotros de manera deliberada rechazamos a ese hombre que vino a este mundo con un propósito Santo. La frase pronunciada por un hombre que vivió cerca, pero muy cerca de Jesús podría de alguna manera ser un elemento que permita medir en que punto estamos nosotros con Dios, ya que si Pedro estando al lado de Jesús al verlo prisionero fue capaz de decir..."¡Yo no conozco a ese hombre, del que ustedes hablan!" cuanto más nosotros podríamos estar en una situación de esta. Sin embargo, amigo no trato de juzgar a Pedro, me juzgo a mi mismo ya que Dios estando de mi lado y mostrándome sus maravillas yo también lo he negado cuando dejo de hacer lo que a él le gusta y no es más que ser testimonio de vida cristiana para otros. Amigo negar a Jesús no es solo hacerlo de la forma como Pedro lo hizo, por el contrario con muchas de nuestras acciones que no son fruto del Espíritu Santo negamos a Jesús. Un ejemplo claro de ello en nuestras vidas de negación a Jesús serían: No asistir a la Eucaristía para alimentarnos de la palabra; Negar la ayuda a un familiar ante una situación de crisis financiera; no visitar a nuestros familiares o amigos enfermos para mostrarles el apoyo y el amor que nos une; enemistarme con mi hermano por causas estúpidas que no dejan fluir el amor entre familia; negar el habla los hijos a los Padres y los Padres a los hijos ya que se pierde el contacto de amor, afecto entre seres que se aman. Estos son algunas de las formas que comúnmente hacemos y que representan una forma de NEGAR a Jesús tal cual lo hizo Pedro....Por ello querido amigo te invito en este tiempo a llorar amargamente por estos errores cometidos para que liberes tú corazón de esa miseria y te conviertas en ese Pedro fuerte el cual hoy representa la Piedra fundamental de nuestra Iglesia. Amén, amén y amén.