martes, 5 de octubre de 2010

Aceptar a nuestra Familia con sus defectos es un acto de Amor al Prójimo...


Partiendo de las siguientes primicias: Primero a pesar de ser hijos del mismo padre y madre somos diferentes en nuestros rasgos físicos; de allí inicia el aceptar como somos los unos de los otros...En segundo lugar; podremos pertenecer a la misma familia consanguínea y sin embargo nuestras costumbres difieren unas de otras, cada uno se adapta según lo que aprendemos y compartimos como familias, es decir, desarrollamos actitudes diferentes bajo el mismo criterio de respeto a los demás pero de formas distintas....En tercer lugar; aprendemos sobre las cosas de diversas maneras y aplicamos a nuestras vidas según sea nuestra necesidad...Todo lo antes expuesto permite entonces establecer el criterio que todos los seres humanos somos diferentes y como tal debemos aceptarnos los unos a los otros...no debe existir nada ni nadie que nos separe por ninguna condición o causa...somos hijos de Dios hechos a su imagen y semejanza y ello es lo más hermoso. En tal sentido, aprendamos como familias consanguíneas y por afinidad mirar las virtudes de cada quien y no sus defectos por cuanto todos tenemos defectos y para todos existe un Dios bueno para mejorar esos detalles en nuestras vidas. Finalmente considero que cada uno de nosotros tenemos esa hermosa capacidad de aceptarnos tal como somos, dejemos a un lado las criticas y fortalezcamos nuestra unión entre los familiares. Amén y amén.

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