Orar, comunicarse con Dios, hablar con el altísimo, consultar al Rey supremo todas las cosas de nuestras vidas. ¿en qué momento hablar?...Hoy el hombre común se encuentra abarrotado de grandes situaciones de trabajo y problemas que bajo la opinión de ellos seguramente considerarán como respuesta a la pregunta,; que no tienen tiempo para ello, que las múltiples situaciones no dejan un espacio para poder orar y que cuando llega la noche el cansancio los domina y se acuestan a dormir. Quiero reflexionar en este momento sobre dos situaciones que están ocurriendo en la vida del hombre y la mujer que no permiten que ellos oren en el día..1.- La primera de ellas es: Usted amigo(a) posee un teléfono blackberry, si la respuesta es afirmativa que estoy casi seguro que si lo es, entonces las estadísticas mundiales confirman que millones de hombres y mujeres de cualquier edad poseen uno. Tenerlo no es malo, los sacerdotes lo tienen, donde se convierte en un problema en el uso que se le da al mismo, cómo en el uso?, las personas que lo poseen pasan de las 24 horas del día enviándose cadenas de comentarios o criticas de alguna situación política, social, económica y de cualquier otra índole dentro de su horario de trabajo y de los centros educativos llamence estos liceos, escuelas o Universidades....Me pregunto es que acaso usted estando dentro de esos ambientes no puede dejar de enviar un comentario, chisme o cadenas, para tener un momento de oración con cualquiera de los que están conectados contigo, es que acaso poner en pausa la atención del teléfono por un momento para rezar al Dios de la vida no es más importante que comentar a otros las fotos del Facebook...dejo esa reflexión en tú corazón y pido a Dios que si es así permita y te de la oportunidad de utilizar las maravillas de las redes sociales para unirte a grupos de oración por tú familia, tú ciudad, tú país y por el mundo.
2.- En segundo lugar, utilizas un teléfono celular común y te la pasas enviando mensajes a todos, tal vez algunos de mucha importancia pero otros meramente vanales, tanto es así que adquieres una renta que te permita poseer mensajes de textos suficientes para conversar más por esta vía...cabe la interrogante, si posees 500 mensajes de textos disponibles cuántos de ellos son una oración compartida con algún familiar, amigo, novia, esposa, esposo entre otros....Dejo está reflexión en los corazones de aquellos que gastan miles de mensajes y no son capaces de utilizar uno de ellos para orar por el mundo. Amigo lector(a) no soy enemigo de las tecnologías, por el contrario las uso y de hecho este Blog forma parte de ese momento donde puedo conectarme con muchos en el mundo para orar juntos, reflexionar juntos con la palabra de Dios. Finalmente no le estoy incitando a que bote el teléfono por el contrario dele un uso donde Dios tenga el primer lugar. Amén y amén.
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