La unidad familiar pasa por encima de cualquier requisito que se le quiera otorgar a ese hermoso bienestar de estar unidos por amor a Dios...jamás podremos conseguir unidad si no aceptamos las diferencias entre cada miembro de la familia, hoy más que nunca la unidad de la misma pasa por esa aceptación sin importar como somos, tal vez si colocando limites para no abusar el uno con el otro,pero sin pensar que esos limites son más importantes que la unidad misma entre sus miembros. Amigo lector(a), es importante considerar que somos un cuerpo, una célula fundamental para la sociedad...tal cual como lo expresaba aquel concepto que manejamos cuando vimos en la escuela Formación Moral y Cívica, que para hoy es Educación Familiar...La familia sigue teniendo ese rango de importancia para la sociedad y mayor aún para Dios. La iglesia Católica fundamenta el crecimiento del individuo acompañado de esa familia que conforma a un hogar y más aún un hogar cristiano. La primera familia en la que nos basamos y donde las diferencias eran dejadas al Padre fue la familia de Jesús, cada uno de ello supo aceptar las diferencias que poseían y trabajaban juntos por la misma causa, con obediencia, amor, paz y respeto a los demás, ese ejemplo maravilloso nos llena de satisfacción y nos alumbra el camino de unidad sin importar cómo somos...Amén y amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario