viernes, 1 de octubre de 2010

Agradecer a Dios por la vida de tus Padres...!

Hoy es una Bendición muy grande poseer los ancianos padres con vida y juntos...la mayoría de los hogares en el mundo no poseen esa experiencia compartiendo con ellos por múltiples razones en su vida. Pero que actitud tomamos nosotros los hijos frente al hecho mismo de tener a nuestros padres convertidos en ancianos, tal vez no sea las más correcta, ya que influyen elementos internos y externos en la familia donde muchas veces la peor parte la llevan esos viejos que ayer fueron capaces de ver por ti, de ayudarte en tú crecimiento, educación hasta formarte el hombre o mujer que hoy eres. Cabe la interrogante, ¿qué tanto le agradeces tú a Dios por tener vivos a tus Padres?, ¿son acaso ellos una carga para ti?, ¿cuidarlos te sacan de cabales?,¿Ya ellos son un fastidio en tú casa?...Esas interrogantes quedan allí planteadas para que junto a tú grupo familiar puedan reflexionar sobre ello y al mismo tiempo puedan considerar que si no somos agradecidos con Dios por ellos que podemos esperar entonces nosotros de nuestros hijos. La Santa Palabra de Dios nos dice que amemos y honremos a nuestros padres para que los días de nuestra vida sean alargados y felices...este es un mandamiento con promesa, y si vamos más allá mira que algún día nos tocará a nosotros estar en aquella acera. Amigo lector(a), tener a nuestros padres vivos es una Bendición de parte de Dios no perdamos esa oportunidad de amarlos y hacerlos sentir que ellos son importantes, nos los veas solo para pedir un consejo, hazlos sentir útiles e importante, cuídalos y dales protección ya que ellos lo merecen, no lo hagas por cumplir hazlo como cristiano. Amén y amén.

2 comentarios:

  1. bendito el padre que siembra amor en sus hijos,porque lo que el hiciere sera con amor. Ismael Larreal.

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  2. Así es hijo, Bendito el padre que con amor guía y comparte con sus hijos...y de repente caemos en errores inútiles que nos quitan la posibilidad de llevar esa responsabilidad con éxito..por ellos pido a Dios perdón por los errores que como padre he cometido y seguro estoy de ese perdón y seguiré adelante dando mucho de mi como padre.

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