Pedid y se os dará...!

El Señor Jesús siempre manifestó a sus discípulos que sus necesidades serían cubiertas solo pidiendo al Padre que suplieras las mismas y esa promesa Jesús la expreso para todos nosotros, él dijo que todo aquello que pidieras al Padre en mi nombre será concedido. Si esta es una promesa de Dios...entonces por qué muchas personas tienen tantas necesidades?, o por qué ante un problema se observan personas desesperadas?, por qué existentes tantas personas angustiadas por lo que pase mañana?...Todas esa interrogantes existen, tal como deben existir otras, pero cree usted con suficiente fe que Dios concede todo lo que usted le pide?...Amigo lector las promesas de Dios no son promesas de los mortales, él cumple sus promesas una vez que ve en su corazón sincero el clamor de sus hijos, todos pedimos y a todos se nos concederá en función a la sinceridad de nuestros corazones aunado a ello prevalece la voluntad de Dios para concedernos lo que pedimos. Dios siempre escucha a su pueblo cuando alguien tiene necesidad de un trabajo, pero jamás ese trabajo llegará por arte de magia, es decir, mientras tú estés acostado el trabajo no llegará...él hará lo que tiene que hacer para proveerte y tú harás lo que a ti te toca hacer.

En muchas ocasiones la gente dice no tener fe en esa promesa porque pide y no se le concede nada, seria prudente saber de que forma pide, de que manera busca esa ayuda de Dios para su vida. Los que hemos experimentado esa promesa estamos seguros de que Dios cumple y de verdad todo lo que se pide al Padre en su nombre es concedido bajo su voluntad. Un ejemplo claro en los tiempos de los apóstoles fue cuando Pedro y Juan (Hechos 4) sanaron con el Poder otorgado por el Espíritu Santo a un enfermo...ellos eran personas humildes no estudiadas y aún así los sacerdotes del templo quedaban atónitos con las forma que enseñaban, eso Dios se los concedía puesto que ellos oraban pidiendo las palabras necesarias al momento de hablar en el nombre de Jesús...ellos cubrían sus necesidades físicas viviendo bajo la voluntad de Dios, pero no esperando en sus camas que la comida llegará. Dios está atento esperando tú oración y petición...recuerda orar como Jesús nos enseño...da gracias a Dios por lo que tienes, alaba su nombre, glorifica su poder, pide perdón, comparte lo poco que tengas y de esta forma él vera la sinceridad en tú corazón. Amén y amén